Son muchas las espadas que existen, a nosotros nos apasionan la gran mayoría. Cada una tiene matices distintos y características distintas, hoy te explicamos algunos de los modelos que más nos gustan en Mariano Zamorano.

Sería imposible enumerar todas las tipologías de espadas que han existido a lo largo de la historia y que se mantienen hasta la actualidad, ya que en función de la cultura o época (española, árabe, asiática, romana o egipcia) encontramos muchos modelos y subcategorías. 

Toda espada debe caracterizarse por ser un arma blanca de dos filos conformada por una hoja cortante y punzante, con empuñadura y de envergadura variable. Si la espada tiene sólo un filo se le denomina sable, muchos de los cuales tienen la hoja curvada, aunque no necesariamente. Inicialmente eran de cobre (IV milenio A.C), pero han ido evolucionando a materiales como el bronce, el hierro y el acero templado.

Sin duda, se han convertido en un objeto de coleccionista y en empresas como Mariano Zamorano nos ofrecen los mejores modelos a nuestra disposición, con excelentes acabados. Así pues, conozcamos los tipos de espadas más recurrentes:

Alfanje

Usado tanto en oriente como en occidente. Es de hoja ancha y curva con filo en un único lado. Fue empleada en toda Europa durante la Edad Media y hasta el Renacimiento. 

También destacamos como tipología de espada el bracamarte. De un solo filo y curvada en la parte superior, próxima a la punta, fue utilizada en el reino castellano-leonés durante la Edad Media. 

Ropera

Este tipo de espada es conocida también como estoque. Surge en el Renacimiento español como una espada de hoja recta y larga. En Toledo se la denomina tizona española. Se le llama ropera porque se cargaba como un aditivo de la ropa. El arma de uso civil más común de todos los tiempos que contaba con elementos característicos como el guardamano (para blindar los nudillos) y dos anillos en el recazo, paralelos a la hoja de la espada, que se usaban para mejorar la sujeción durante el duelo. La guarnición podría ser de lazos, doble concha o taza.

Mandoble

Es un tipo de espada de gran peso, de hasta 3kg, con dimensiones de 1,7 metros aproximadamente y que deben ser manejadas con ambas manos. Era empleada en los combates a pie de los siglos XV y XVI, pensada para atacar las armaduras y cotas de malla, pudiendo provocar graves hematomas sin necesidad de perforar la armadura. Su empuñadura suele representar una cuarta parte del arma. 

Este tipo de espada está dotada de guarda de largos gavilanes en cruz y suele estar rematada por un pomo esférico, con lo que la muñeca izquierda podía rotar encima, lo cual permitía asestar rápidos golpes y estocadas a una distancia más que respetable. Además muchas contaban con púas en el inicio del filo para detener la hoja del contrario, así como con hoja serpenteante para potenciar la capacidad de corte.

Orientales

Destaca el modelo Cimitarra como el más común. Tiene su origen en Persia y la India, de hecho todos recordaremos la espada de personajes icónicos como Saladino, Soliman el Magnífico o Barbarroja. Era una de las piezas de guerra más usadas durante la Baja Edad Media, debido a su calidad y a su hoja curva larga.

También destaca la Espada Dao China, un arma ligeramente curva en su último tercio que posee una guarnición fabricada en bronce fundido, con hoja de acero al carbono forjada.

Los jian se presentan también como una de las armas básicas de las artes marciales chinas. Cuentan con hoja recta, moderadamente larga, de doble filo y sin cruz. Se emplea desde el II milenio a.C.

Renacentistas

Ha sido el tipo de espada favorito de grandes combatientes españoles como Hernán Cortés, el Duque de Alba o Francisco Pizarro. Cuentan con hoja de acero y guarnición y empuñadura de hierro.

Medievales

Es una espada de hoja angosta que se va estrechando desde la empuñadura hasta la punta y acabada en una afilada punta.  El gavilán forma una cruz junto a la propia empuñadura, siendo muy común entre los guerreros para rezar. Este modelo está compuesto por una guarnición de hierro y una hoja de acero. 

Aquí encontramos el espadón. Es la forma coloquial de llamar al montante. Es una espada ancha de gavilanes que manejaban los maestros de forma muy ágil, ya que se blandían a dos manos.

Claymore

Tipología de espada que precisaba de las dos manos para ser blandida. Está afilada por las dos vertientes de la hoja, poseyendo una empuñadura de gran longitud. Se conforma de dos brazos simétricos rematados por volutas ornamentales que forman un vértice triangular. Fueron desarrolladas por los highlanders escoceses, superando el metro de longitud y los 1,5 kilos de peso.

Falcata

Es una tipología de espada realizada en hierro originaria de Iberia. Fue muy común entre los pueblos íberos. Sus dimensiones son similares al gladius, la espada corta romana, con aproximadamente medio metro de hoja. El hierro se sometía a un tratamiento de oxidación para eliminar las partes más débiles, mientras que la empuñadura solía estar decorada con cachas de hueso o marfil, uniéndose la cabeza del animal a la guarda con una cadenilla.

Espadín

Es posterior a la ropera. Es un arma ligera, con hoja de poco más de 750 gramos y de sección transversal triangular. Son las que solemos ver en las películas de duelos, aunque su principal uso era el de formar parte de la vestimenta, como parte de uniforme de gala, ya que era mortal en los duelos.

 

Khopesh

Es tipo espada o sable de hoja curva, en forma de U, con el filo en su parte convexa y utilizada en el antiguo Oriente Próximo y en la zona de Canaán. Debe su nombre al parecido con la pata de un bóvido o jepesh.

Espada larga

Es una espada europea de hoja larga y doble filo, más estrecha y con cruz más amplia que la espada medieval, contando con empuñadura de mano y media y popularizada durante los siglos XIV-XVI. Es de las más duraderas y efectivas en el combate cuerpo a cuerpo.

Estos son solo algunos ejemplos de tipologías de espadas que a lo largo de la historia han existido en el campo de batalla y que a día de hoy se han convertido en valiosos objetos de coleccionista.

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