Durante la época medieval, la armadura de los guerreros se fue generalizando y su diseño se fue perfeccionando para conseguir que se hicieran más seguras y más bellas. En este artículo, te contamos cuáles fueron las armaduras más destacables de la época medieval.

Seguro que todos habéis visto esas películas sangrientas en televisión o en el cine de caballeros medievales luchando incansablemente. Pero lo que más llama la atención es la armadura con las que contaban para defenderse. 

La armadura es un tipo de vestimenta que protegía el cuerpo de los combatientes desde los pies a la cabeza. Su origen se remonta a épocas pasadas, concretamente fueron los combatientes egipcios los que comenzaron a usarlas y desde entonces evolucionaron hasta convertirse en elementos fundamentales para luchar en batalla.

Durante la época medieval, la armadura de los guerreros se fue generalizando y su diseño se fue perfeccionando para conseguir que se hicieran más seguras y más bellas. En este artículo, te contamos cuáles fueron las armaduras más destacables de la época medieval.

Mallas metálicas 

Los caballeros solían vestir armaduras de metal o materiales resistentes como el acero o el hierro. A partir del siglo V, estos guerreros empezaron a llevar camisas de malla. Hecha a base de pequeños anillos, esta vestimenta protegía a los guerreros durante el combate.

Uno de los principales inconvenientes de este tipo de armadura es que pesaba de entre 15 a 20 kg y se hacía complicado tener que cargar con ellos durante la batalla.

Petos

Por este motivo, conforme la época avanzaba, en el siglo XIV estas mallas metálicas fueron sustituidas por armaduras más sólidas de quita y pon. Con esta nueva armadura, los guerreros podían cubrir el pecho y la espalda de los ataques de sus contrincantes. 

Además, también contaban con otro tipo de protecciones para el resto de partes del cuerpo. Los escarcelones, que se prolongaban hasta las rodillas; el guardarrenes que protegía los lomos; la pancera, que como su propio nombre indica, protegía el vientre y la culera, que protegía los glúteos.

Yelmos

Los yelmos suponen uno de los elementos más importantes de la armadura medieval ya que actuaban como escudo para proteger la cabeza y el rostro. 

Su origen se remonta a comienzos de la Edad de Bronce, cuando todavía no podían cubrir el rostro al completo. No fue hasta que aparecieron los yelmos de estilo corintio cuando se lograría por completo la protección del rostro.

A comienzos del siglo XIV es cuando ya aparecen los cascos más conocidos que ya cubrían todo el cuello y hasta se le podía añadir una visera. Por dentro estaban recubiertos de materiales como cuero que resultaban más cómodos para el caballero, además, ya contaban con pequeños orificios para que pudieran respirar mejor.

Escudos

Sin duda, una de las armas defensivas de la historia más antiguas y destacadas. A lo largo de su historia, han ido sufriendo importantes modificaciones en cuanto a forma y composición. 

Los escudos de la época medieval se solían fabricar con tablas de madera cubiertas con pergamino grueso o cuero en ambos lados. Además, muchos de ellos ya contaban con la insignia de la familia a la que pertenecían. 

Scroll al inicio