Mariano Zamorano es toda una institución en el mundo de las espadas toledanas y ha estado ligado a este gremio desde pequeño, ya que su padre le precedió al mando del taller, que fue fundado en 1951. Mariano iba de pequeño, junto a sus hermanos José y Ángel, a ayudar y a aprender los secretos de la forja. Ahí surgió la pasión por el oficio de espadero, ya que Mariano prefería el mundo de las espadas a los estudios. A los 14 años, se quedó para continuar el legado de su padre.
Desde los años 60 ha dirigido el negocio manteniendo los valores tradicionales de los maestros espalderas que han dado fama a la ciudad de Toledo durante siglos, especializándose tanto en las espadas -principalmente de hierro- como en las guarniciones.
Santiago se hace cargo del taller
Hace seis años, Santiago Encinas se incorporó al taller para ayudar a Mariano y ahora ha cogido el relevo. Santi busca defender los valores que han convertido a esta espartería en la única que queda en activo en el casco histórico de Toledo: productos cuidados y de calidad, un trato exquisito con los clientes y, sobre todo, el valor de nuestros productos artesanales, de fabricación nacional y que se exportan a medio mundo.
Santiago se crió en una ciudad muy diferente. Recuerda que de pequeño había alrededor de cinco herrerías en torno a su casa y, como hemos dicho, Mariano Zamorano es el único taller que ha sobrevivido con el paso del tiempo confiando en que los amantes de las espadas sigan apostando por un producto único, de calidad y trabajado que nos distingue de cualquier otro negocio de la ciudad. Buscamos seguir siendo el referente en acero toledano durante muchos años más. Así que, si pasas por la ciudad de Toledo, no dudes en visitar uno de los negocios con más identidad del casco histórico. También puedes conocer nuestro catálogo de productos pinchando aquí.