En el artículo de hoy hablaremos sobre las espadas en el Antiguo Egipto pues, en nuestra entrada dedicada a las primeras espadas europeas, recibimos algunos comentarios sobre su existencia en otros contextos geográficos. 

En Mariano Zamorano siempre estamos dispuestos a complacer a nuestros amigos y seguidores, así que vamos a dedicar varias entradas a este tema comenzando por el caso egipcio.

 

El Antiguo Egipto: Aparición de las primeras espadas

 

Lo primero que debemos comprender es que la aparición de espadas en el Antiguo Egipto fue bastante tardía y como consecuencia del contexto geopolítico del momento. 

Si por algo se caracterizó el sistema militar egipcio desde su unificación hasta los inicios del Segundo Periodo Intermedio (entre 3050-1785 a. C.) fue por la escasa innovación armamentística.

Durante todo ese tiempo practicaron la guerra con tropas milicianas no profesionales armadas con bastones, puñales y hachas de piedras y cobre, arcos, lanzas y jabalinas, protegiendo sus fronteras con fortalezas. 

Aunque pueda parecer poco sofisticado, la prolongada pervivencia de este sistema indica su eficacia para dirimir las guerras civiles y choques puntuales con libios, nubios y asiáticos que se dieron durante todo ese tiempo. La principal explicación a esta mentalidad militar defensiva y poco innovadora en materia armamentística residirá en la no existencia de un enemigo exterior poderoso, capaz de poner en serio peligro la integridad territorial del reino del Nilo.

 

Un cambio de mentalidad militar

 

No será hasta el siglo XVII a.C. cuando esta visión militar dará un vuelco a consecuencia de las presiones de los kushitas por el sur y, sobre todo, de los hicsos desde el noreste. 

Estos últimos, procedentes de Oriente Próximo y tras varios siglos asentándose como comerciantes en la zona del Delta, iniciaron un proceso expansivo que les llevará a dominar buena parte de Egipto. 

Los guerreros hicsos, en contacto con pueblos asiáticos, portaban las mejores armas del momento: carros de guerra tirados por dos caballos, arcos compuestos, protecciones corporales, puñales y, ahora sí, espadas. 

Éstas se caracterizarán por ser cortas y de hoja recta fundida en la misma pieza de bronce que la empuñadura, con doble filo, en ocasiones nervio o refuerzo central, guardamanos corto y empuñadura hueca cubierta con cachas de madera o marfil que culminará en un pomo generalmente circular. 

Aparecidas a finales del periodo hicso, durante mucho tiempo serían piezas muy escasas que sólo portarían oficiales y guerreros premiados con el Oro de la Valentía, una condecoración a los guerreros que sobresaliesen por sus acciones y que podían incluir esclavos, tierras, joyas y armas como las referidas espadas. 

Vemos por tanto como las primeras espadas que hacen acto de presencia en el contexto egipcio lo hacen de forma muy esporádica y sin que podamos percibir un uso militar extendido.

 

Evidencias iconográficas y arqueológicas.

Tenemos constancia iconográfica de estas armas en las pinturas de la tumba de Ramsés III donde también aparece representada una curiosa espada con extremo romo, además de diversas piezas halladas en contexto arqueológico, como la dedicada por Tutmosis III al célebre general Djehuty.

el antiguo egipto

En la esquina inferior derecha podemos observar la forma de estas espadas cortas en tiempos del faraón Ramsés IV por Champollion
(1790-1832). Imagen: Rawpixel – Own work, CC BY-SA 4.0,

La supuesta superioridad armamentística hicsa no impidió su definitiva expulsión hacia el 1589 a. C. por parte de una resistencia egipcia organizada principalmente desde la ciudad de Tebas, gracias a una exitosa estrategia basada en ataques relámpago en el Nilo y el desierto, sin que tampoco aquí se diesen profundos cambios en el armamento.

Pero estas luchas con los hicsos fomentaron en el Antiguo Egipto una profunda militarización (necesaria para crear tropas profesionales y permanentes), además de incorporar paulatinamente las innovaciones armamentísticas del enemigo. 

Nuevo periodo en El Antiguo Egipto: El Imperio Nuevo

 

Comienza aquí un nuevo periodo de la historia egipcia, el llamado Imperio Nuevo (1552-1070 a.C.), en el que el reino del Nilo se convierte en una potencia político-militar con ansias expansionistas hacia tierras cananeas y sirias. 

Es más, sus conquistas en este territorio durante la dinastía XVIII, iniciadas por Tutmosis III, pondrán bajo dominio egipcio ricas ciudades comerciales con una larga tradición metalúrgica, lo que resultaría clave para alcanzar una adecuada renovación del ejército y sus armas. 

Aunque existían algunos ejemplos anteriores, será en este contexto expansionista cuando verdaderamente podamos hablar de espadas en el Antiguo Egipto, distinguiendo dos tipologías:

Tipologías de espadas egipcias

 

En primer lugar hablaremos de las célebres espadas curvas denominadas khopesh, seguramente la tipología egipcia más reconocida pero que, quizá para sorpresa de muchos, también eran de origen asiático (posiblemente elamita o mesopotámico). 

Fabricadas en bronce, al principio serían armas puramente simbólicas, vinculadas a la realeza y con una gran carga político-religiosa visible en las numerosas representaciones artísticas en las que aparece empuñada por el faraón: para golpear a sus enemigos, para ajusticiar a sus prisioneros, o entregada por una divinidad al faraón como reconocimiento a sus servicios; incluso en manos de reinas como Hatshepshut.

Sin embargo, esta visión simbólica no fue menoscabo de su uso militar entre las tropas egipcias desde, al menos, el reinado de Tutmosis III (Vogel, 2013).

espada antiguo egipto

Espada curva con inserciones hechas de electrones, alrededor de 1750 aC,. Museo de
Arte Egipcio, Múnich.. Imagen: Dbachmann, CC BY-SA 3.0

Expansión durante la Dinastía XVIII

Si seguimos la información proporcionada por los relieves, durante la Dinastía XVIII se produjo una notable expansión de este tipo de espadas aunque nunca sobrepasarían en importancia al hacha de guerra, con una tradición mucho más arraigada en las panoplias egipcias (Quesada, 2004). 

De hecho, las dos únicas espadas curvas fechadas con total seguridad durante la dinastía XVIII fueron las halladas en la tumba de Tutankamon: una de ellas, con 59 centímetros de largo, presenta una parte recta de la hoja corta y una parte curva más alargada con final romo; mientras que la otra, más reducida (40 centímetros), tiene una suave curvatura y termina en punta afilada. 

Aún así,  durante las dinastías XIX y XX algunas unidades de infantería combatieron con ellas en lugar de las tradicionales hachas, pues resultaron muy eficaces en combate gracias, entre otros factores, a la facilidad de manejo que proporcionaba su escaso kilogramo de peso (Alonso García, 2012) que primaba los ataques tajantes sobre la capacidad perforante. 

No por nada algunos investigadores la consideran un arma a medio camino entre un hacha y una espada. 

Su éxito durante el Imperio Nuevo parece confirmado por las noticias en tiempos de Ramsés II de infantes denominados jepeshy y que combatían con lanza, escudo y khopesh. (también llamado kefresh o jepesh) (Martínez Babón, 2018) y que probablemente participaron  en  la famosa batalla de Qadesh (1274 a.C.). 

Bajo esta denominación de jepeshy (los portadores de espada curva), también encontramos a tropas mercenarias como las representadas en la tumba de Amoshe en el-Amarna (Gracia Alonso, 2016)

espadas en egipto

Figura  SEQ Figura \* ARABIC 1: Ramsés IV ajusticiando prisioneros enemigos con una espada curva. Museo de Bellas Artes de Boston. Imagen: Wikimedia Commons. CC BY-SA 2.5

Nueva tipología de espada

En último lugar encontramos una nueva tipología de espada utilizada en el Antiguo Egipto que sería una novedad introducida durante las dinastías XIX y XX. 

En este caso hablamos de espadas largas, probablemente introducidas por mercenarios schardana que entrarían al servicio del faraón en tiempos de Ramsés II. 

Estos mercenarios extranjeros seguirían cumpliendo su cometido  durante varias generaciones, incluso contra guerreros de su misma procedencia que intentarían invadir Egipto en tiempos de Ramsés III integrados en los llamados Pueblos del Mar. 

Se han encontrado varias hojas de este tipo en yacimientos como Zagazig, donde apareció un ejemplar de 71,5 cm de doble filo y cuatro acanaladuras de indudable procedencia extranjera (Martínez Babón, 2004-2005).

espadas antiguo egipto

Guerreros shardana equipados con su característica panoplia que incluye espadas largas, pertenecientes a la guardia personal de Ramsés III. Imagen:  James Henry Breasted (1865-1935)  Dominio público. Wikimedia Commons

Mariano Zamorano Espadas: Un arte que perdura

 

Como podemos comprobar, la relación de El Antiguo Egipto con el uso de espadas fue tardía pero compleja, sirviendo como muestra del estrecho lazo entre la evolución del armamento y la situación geoestratégica de cada momento. 

Un ejemplo excelente para demostrar que un objeto como una espada nos permite acercarnos a culturas ya desaparecidas entre las brumas de la Historia, y también para recordarnos que en Espadas Mariano Zamorano no sólo producimos piezas artesanales, también mantenemos viva la Historia. 

Para la redacción de este artículo se han consultado principalmente las publicaciones de Javier Martínez Babón, referenciando solamente las aportaciones específicas de otros autores.

Félix Antonio Jaime Sánchez, historiador.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA: 

– ALONSO GARCÍA, José F. “El ejército durante el Reino Nuevo egipcio”, Desperta Ferro: Antigua y Medieval, n.º 15 (2013), 12-17

– GRACIA ALONSO, Francisco “Al servicio del faraón. Mercenarios en Egipto durante el Imperio Nuevo”, Desperta Ferro: Antigua y Medieval, n.º 15 (2013), ágs. 24-28

– MARTÍNEZ BABÓN, Javier, “Breve síntesis sobre la introducción de nuevo armamento en Egipto durante la dinastía XVIII”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Historia Antigua (2001), págs. 11-37.

– MARTÍNEZ BABÓN, Javier, “Breve síntesis sobre el armamento en Egipto durante las dinastías XIX y XX”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Historia Antigua (2004-2005), págs. 35-55.

– MARTÍNEZ BABÓN, Javier, “Soldados del faraón. El ejército de Ramsés II”, Desperta Ferro: Antigua y Militar, 48 (2018), págs. 26-31

– QUESADA SANZ, Fernando, “¿Cortar o clavar? Las hachas de los faraones” La Aventura de la Historia, 66, (2004), págs. 102-103

– VOGEL, Carola, “Icon of propaganda and lethal weapon: further remarks on the Late Bronze Age Sickle Sword”, en Warfare and Society in the Ancient Eastern Mediterranean, Oxford, Archaeopress, 2013, págs 71-87

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