El damasquinado es una técnica que se ha usado con el fin de adornar diversos objetos, siendo las espadas uno de ellos. Pese a que se trata de un arte que ya usaban civilizaciones antiguas, como los egipcios o los romanos, es en Toledo cuando alcanzó su mayor fama y desarrollo. En este artículo, te hablamos del damasquinado de Toledo.

El damasquinado es una técnica que se ha usado con el fin de adornar diversos objetos, siendo las espadas uno de ellos. Pese  a que se trata de un arte que ya usaban civilizaciones antiguas, como los egipcios o los romanos, es en Toledo cuando alcanzó su mayor fama y desarrollo. En este artículo, te hablamos del damasquinado de Toledo.

En qué consiste el damasquinado de Toledo

El damasquinado, o ataujía, es un proceso de adorno usando oro para embellecer una pieza. Consiste en rayar o pica la pieza para que le oro pueda agarrarse a la superficie (esto sucede porque se * la tersura). El rayado puede conseguirse usando un buril o mediante un tratamiento de ácidos. Tras conseguir la hendidura en el objeto, se va incrustando un hilo de oro. Así, el artesano va dando forma según la figura que quiera crear.

Tras estos dos primeros pasos, y una vez colocado el hilo de oro, este se fija en el material (normalmente acero) a golpe de martillo y buril. Para impedir que el acero se oxide, se aplica el pavonado: meter en el fuego la pieza con una solución de sosa cáustica y nitrato de potasio.

Por último, se le da a la pieza el repasado final, para quitar el negro del acero tras el pavonado y terminar de dar relieve a la superficie dorada.

Historia del damasquinado

Tenemos constancia de antecedentes de esta técnica desde el Antiguo Egipto, pasando por los griegos, los romanos, y las civilizaciones chinas y japonesas, pero el nombre de damasquinado está relacionado con la ciudad de Damasco y llegó a Toledo a través de los árabes durante la invasión musulmana. En esta época, también adquiere el nombre de ‘Oro de Toledo’. Tras la Edad Media, quedó en desuso hasta que se rescató a mediados del siglo XIX.

Hay que diferenciar entre el damasquinado artesanal y el industrial. El primero se hace incrustando el oro y el segundo consiste en un estampado del dibujo sobre el material (hierro o acero). Debido a esto, podemos decir que el método artesanal nos proporciona una calidad muy superior.

En definitiva, se trata de una técnica conocida mundialmente sobre todo a la tradición artesana de Toledo y que, a día de hoy, sigue embelleciendo espadas, platos y demás ornamentos.

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